Me sacaron las dos muelas del juicio que me faltaban. Esta vez dolió más, fue mucho más rudo, hubo que cortar y coser en vez de sólo extraer. La buena noticia es que con esto ya terminó la etapa de muelas del juicio en mi vida. La mala es que no puedo comer sólidos y vivo de sopas y jugos y así.
Me encantaría tener esclavos que cocinaran cosas como puddings o gelatinas buena onda o mousses o cosas que no tuviera que masticar. Preferiría tener esclavos a que me digan cosas como "qué? no puedes comer carne aún?" como la encantadora mamish.